(Una poesía que nos ha regalado mi gran amigo Adolfo)
Y te quedas así, mirando... como si nada...
mirándome como de muy lejos, y estamos
en el mismo cuarto; te veo por el espejo.
Nunca sabré qué piensas, y temo preguntar.
Es el acuerdo. Yo me voy y tú te quedas.
Tú desnuda, sin recato... “linda y fatal”
eres la Musa del desparpajo; me dices:
“gallina... quieres quedarte y te vas...”
Yo cuido los detalles, mientras me arreglo.
No marcas; no maquillajes ni perfumes ajenos
yo circunspecto... “mis obligaciones”...
cara de “no tengo ganas, pero debo irme”...
Y se acerca el final y nos vamos mirando
sigues en la cama, con tu media sonrisa...
insulta tu sexo, que sigue invitando...
a tu modo, haces tu trabajo.
Al fin me decido y me acerco raudo,
con beso en la frente y caricia de mano
nuestro “touch” de amantes aquì finaliza
no es mas que otro amor, con algo de falso...
por Adolfo Velázquez (Amigo y Poeta)
Una sinfonía perfecta porque sencillamente se acompasa con cada uno de los sentidos y se transforma en un todo.
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